Correr en el CAS VITACURA, no es cosa sencilla ni para todos, el ambiente que existe dentro de este club es de mucha caballerosidad, respeto y deseo por correr en autos bien tenidos. Acá no se encontrar  con autos de colección añosos corriendo por los puntos, si los puede en ocasiones especiales o que algún piloto lo lleva a las competencias más que nada para ser mostrado como un chiche o se prepare abiertamente una presentación especial. Lo que ocurre con cierta frecuencia. La idea de correr de estos notables hombre de empresa y profesionales exitosos es la de compartir un hobby común para todos y sacarle velocidad a sus autos que no en vano se clasifican en Históricos y Clásicos. La idea central para estos clones actuales es reproducir carreras tal y como se hacían en décadas pasadas a partir de 1950 hasta parte de los ’70. El objetivo es igualar el rendimiento y para ello permiten hacer modificaciones especiales, pero controladas con mucha atención, esto para mantener igualdad en las carreras oficiales. Se dividen en dos categorías a propósito de la cilindrada específica. Históricos A; hasta 1600cc y está la Históricos B, que va de 1601 hasta 2000cc. La gracia es que corren todos juntos, pero con premiación separada y una general.

También se encuentran la categoría de autos clásicos autos que tienen su génesis en 1976 hasta 1987, claro que tienen que estar homologados y ser de dos puertas, salvo casos excepcionales, comprobados por la F.I.A. Si usted quiere ser parte del CASV, deberá presentar su solicitud y esperar a ver que su vehículo se encuentre en un estado aceptable y que sea seguro. Acá no hay inquisición, solo el deseo de tener en sus filas a gente idónea con un temperamento adecuado al rango de competencia y tolerancia que implica un deporte de alto riesgo.  También está la categoría Sport Libre, su requisito fundamente es ser autos con homologación anterior al 31 de dic. 1987

El reglamento se respeta en cuanto a su espíritu, y nadie osaría enfrentar la letra, lo que no está escrito simplemente no se hace y la interpretación no tiene lugar.