El Argentino Juan Manuel Basco jr, se proclamó campeón de una de las categorías más importantes de nuestro medio motor. La carrera estuvo bien “condimentada”, fue emotiva e inesperada. El resultado final no estuvo claro hasta que la cuadriculada ondeó a favor de uno de los trasandinos que disputaba el cetro.
El trabajo hecho por Strika producciones tuvo un excelente fin de año. Su cometido en la organización deportiva itinerante de automovilismo deportivo le ha granjeado una excelente nota. Pocas cosas negativas y más hechos positivos, la dejan en buen pie para lo que será el próximo campeonato 2009.
Clasificación
La finalísima de este campeonato si bien no era soñada, ya que no había un chileno en la disputa, era esperada con interés. Las definiciones comenzaron el sábado cuando se desarrolló la clasificación. Todo el movimiento de preparadores giraba en torno a obtener el mejor puesto en la grilla. Los cambios se hacían con mucha atención y no era para menos, puesto que llegaban con relaciones de caja destinadas a circuitos con rectas largas.
El circuito callejero del parque O’Higgins, ofrecía una longitud total de 1060 mts. Era más corto y trabado, por lo que el diseño debía ser ajustado a las nuevas condiciones, teniendo como complicación adicional el clima, 40 grados al sol. Carreritas cortas de pilotos y preparadores aumentaba, aún más, la sensación térmica.
La hora de la verdad se instauró en la pista. La tensión se hizo parte de todos los presentes. Números en alza, dedos y manos señalando diferentes situaciones, bólidos pasando raudos por la zona de meta, todos en una igualdad aparente. Finalmente se escuchó al Poleman decir por altoparlantes que el chileno Juan Carlos Carbonell, había logrado el mejor registro con 39.110, seguido de los argentinos Martín Scuncio, (39.156) y Juan Manuel Basco (39.295).
La carrera en F3
Y llegó la final de campeonato, interesante por decir lo menos. Ultima carrera y definición de quien sería el campeón de la temporada. Los punteros llegaban con una diferencia menor, apenas de tres unidades. Es la culminación de doce fechas intensas, donde ocurrieron muchas deserciones que dejaron una vacante importante, pero de ellos no hablaremos si no de quienes tejieron la historia con pluma teñida de aceite y combustible de buen octanaje.
Carbonell, llegó a la pista con el tercer puesto en el bolsillo, incluso sin correr no perdía nada. Giró en punta todo lo que le permitieron sus neumáticos. Faltando pocas vueltas para el final, bajó el ritmo impuesto inicialmente dejando que pasaran los punteros del ranking general para que resolvieran finalmente al campeón de la temporada. Los argentinos, entonces, comenzaron su duelo de tira sin aflojar.
Scuncio, tuvo su oportunidad, pero no pudo sacarle buen partido. Su juventud le pasó la cuenta. No pudo con su compatriota y el llanto de la desesperanza se dejó caer en el silencio de su pits.
En Tanto Basco, más ponderado no saltaba pero muy contento abrazaba a su padre y preparador. La felicidad era completa, ya que comenzó su participación en este campeonato a partir de la tercera fecha. Su rendimiento siempre fue al alza, logrando ganar en seis ocasiones, obteniendo también un tercer, un cuarto y un quinto lugar, más un punto de pole, sumando un total de 158 puntos. Dos más que su coterráneo Scuncio, aunque se ha dicho que llegaron empatados a la final, un desorden del cual no tenemos registros inclinándonos solo por el ranking general por todos conocido.
La historia de la carrera, registró una bandera amarilla cuando el penquista Javier Barrales, en puestos secundarios se trompeó en el cuarto giro y complicaba la carrera a Cristian Romero y Sebastián Iragorri. Una lástima porque Romero estaba probando pistones de 76, Nissan GA 16 y era vital para la categoría verificar su funcionamiento. Los actuales motores usan pistones de 73,6 son escasos y han resultado un problema al no existir en el mercado.
Iragorri, en tanto, ha tenido un año muy complicado. Desde que comenzó en su nuevo Fórmula, ha tenido que rediseñarlo en cuanto a suspensión y otros detalles. Fue en la última jornada donde pudo demostrar que el monoposto ha mejorado ostensiblemente, al conseguir el mejor registro en la prueba de estanques llenos, con un crono que no envidiaba a la pole conseguida por Carbonell.
En carrera, Iragorri, partió en la parte final de la grilla. Ya en la tercera vuelta había superado a tres autos, hasta que ocurrió el error de Barrales y no pudo hacerle el quite a esa situación quedando nuevamente último, pero con un giro menos. Además con el pontón delantero (“bigote”), a mal traer. Pese a ello adelantó a varios rivales, logrando la aceptación del público asistente que con un estruendoso aplauso agradeció su cometido.
Claudia Fuentes, tampoco tuvo un buen año. Muchas deserciones y problemas que prefiere olvidar no le permitieron lograr mejores resultados. En todo caso se queda con lo positivo y con el excelente cometido en la carrera final en la que obtuvo el cuarto lugar.
Francisco Rodríguez, siempre contó con un auto confiable, que le permitió subir en dos ocasiones al podium y sumar los puntos necesarios para obtener el premio Rookie, al mejor piloto nuevo.
Víctor Cornejo, es otro de los volantes que ha ido mejorando en está categoría. Ya con más experiencia, se espera una mejor actuación para lo que será la temporada 2009.
Rodrigo Neira, tiene un par de participaciones. Matías Melo, reapareció luego de ausentarse por tres fechas. Nunca estuvo conforme con su máquina, los resultados esperados no se vieron y la desazón pronto fue un lugar común en el equipo liderado por su padre. Juan Carlos Fuentes, estaba contento pese a que no terminó. En carrera estuvo en tercer lugar por algunos giros, pero se reventó el motor. Tenía lo que el calificó como un misil pero no pudo terminar.
Finalmente quedó el joven de 17 años Kevin Duijvesteijn, fallas en el auto lo dejaron fuera de competencia. Es su primera incursión en esta categoría y no despintó, corrió 13 de los 25 giros pactados.